No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca, o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo

domingo, 19 de abril de 2009

RADIOGRAFÍAS DE UN PRESIDENTE lll


Cuando Guillermo Fernández Vara se acercó a Ibarra, al PSOE pacense, la organización ya había llegado al techo de su crecimiento, ya era una maquinaria engrasada que arrollaba en las elecciones, sus maneras estaban asentadas y los coroneles ejercían con firmeza su mando en plaza. Con ese panorama, abandonado a su suerte, nuestro actual Presidente no habría llegado ni a secretario general de una agrupación menor. Dadas sus peculiares características psicológicas, es evidente que Guillermo se debía sentir (y se siente) incomodísimo en unos procederes donde se percibía, se palpaba la continua medición de fuerzas, la astucia palatina, las deslealtades entre amigotes, los laberintos del pasado al presente y de Cáceres a Badajoz o las corrientes de pensamiento a medida y conveniencia. Claro que, aquel trajín en la trastienda, sólo estaba al alcance de los avisados, porque casi todo lo eclipsaba el resplandor de Ibarra, el indiscutible e indiscutido. Muy hábil, nuestro Guillermo, buscando la cercanía personal al mismísimo Ibarra, ganándose su aprecio personal, sin pisar los callos a la guardia pretoriana, desconfiada por naturaleza. Así, en solitario, sin levantar suspicacias, eludiendo participar en escaramuzas de familia, no dejándose tentar por las ofertas envenenadas, arrimándose al hombro del Padre, como un angelote inocente y laborioso, dejó que le cayese, cual breva madura, la herencia de la primogenitura.Guillermo fue designado para los restos por quien podía hacerlo y el Congreso Regional vino a dar formalidad, a ratificar lo que ya estaba decidido. Pero, qué hacer, cómo librarse de la vieja guardia pretoriana sin incomodar, porque esos tiburones te la guardan y al primer síntoma de desfallecimiento te devoran. Ibarra les había exigido que le dejasen las manos libres, que Guillermo eligiese a la Ejecutiva Regional que tuviese por conveniente. Sí, pero cómo darles la jubilación anticipada a unos barones que eran renuentes a dejar el puente de mando. Y Guillermo, siguiendo la estela de Zapatero, invocó las palabras que nadie cuestiona, las que provocan una aceptación resignada y modorra: Paridad y Renovación.Genial, l@s juveniles, miembros y miembras, subieron al primer equipo como si fuera algo irremediable. Y los coroneles desconcertados, porque, acostumbrados a manejar a través de personas interpósitas, se dieron cuenta de que habían descuidado la cantera, que se hacían fichajes de auténtic@s desconocid@s, sin su conocimiento ni su consentimiento. A mayor complicación, las tropas medio-ocres, la de los cabos chusqueros, en un sálvese quien pueda, se ofrecían sin contraprestaciones al nuevo Señor, mostrándole sus mejores vástagos, por si algun@ de ell@s colaba. Herido de muerte (política) el gran Federico, ni siquiera queda esperanza para la intriga palaciega, para la revuelta periférica. Menos mal que, para esta nueva imagen de familia, nos han dejado a Ramón, aunque solo en el córner.En fin, que alguna resistencia disimulada queda todavía a que la Fuente deje las aguas del estanque para brotar alegre y cantarina o a renovar el Ropero con Levi´s deshilachados. Aunque ya veremos cómo queda cada personaje tras el huracán económico que nos asola. Las últimas consecuencias están por llegar.
Publicado por Gostogarai en 14:06 18 comentarios Enlaces a esta entrada
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