No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca, o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo

domingo, 19 de abril de 2009

VIDAS CASI PARALELAS


Jiménez Losantos, predicador de la Emisora de los Obispos, desde su púlpito radiofónico clama contra aquellos del PP que, acomplejados ante la consistencia del discurso socialdemócrata, son incapaces de confrontarlo con las mejores virtudes del discurso liberal. A tanto llega la cosa que durante un tiempo se estuvo refiriendo a Rajoy como "Maricomplejines". Pero ahí está, la puerta de Alcalá y Esperanza Aguirre, liberal de pura cepa y oportunista sin par. Esperanza Aguirre "La Lideresa", piti, piti, pitipesa, ha sacado del baúl de sus recuerdos lo más florido del discurso liberal, por congratularse con Jiménez Losantos y por chinchar a Rajoy, mayormente. Y es que, a "La Lideresa", hasta el ABC de Zarzalejos se le iba por la izqjuierda y no paró en mientes hasta que lo destituyeron.En España se vivió la campaña electoral norteamericana como propia, inclinándose una mayoría ostensible del lado de Obama. Pero hete aquí que Esperanza Aguirre, "La Lideresa", no tuvo empacho en defender abiertamente la mayor consistencia del discuso Republicano frente al discurso Demócrata, mostrando sus preferencias por McCain frente a Obama. Incluso, llegando más lejos, vino a sugerir un cierto paralelismo entre el discurso republicano de McCain y el suyo. En efecto, McCain, en 1980, se vió involucrado en un escándalo político por tráfico de influencias, aunque fue exonerado de toda culpa, quedando su inocencia fuera de toda duda. Esperanza Aguirre, "La Lideresa", también se vio involucrada en un escándalo, en 2003, por un caso de compra de votos y trasfugismo en la Asamblea de Madrid. Pero allí estaba Jesús Cardenal, a la sazón Fiscal General del Estado (nombrado a dedo por Aznar), que impidió cualquier investigación sobre los trásfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Vamos, que la sospecha fundada sobre la compra de aquel par de trásfugas quedó (y queda) flotando en aire. En el 2000, McCain le disputó las primarias a George W. Bush y perdió, perdió con la entereza, con la deportividad olímpica que le hemos visto recientemente en su derrota ante Obama. Esperanza Aguirre, "La Lideresa", amagó con disputarle la presidencia del PP a Mariano Rajoy, malmetiendo, zancadilleando, deslegitimando cuanto pudo. Pero no, no tuvo arrestos para presentarse en defensa de su ideario liberal. Y por ahí sigue, desentonando, a mayor desgracia de su partido. En efecto, en 1967, McCain fue derribado cuando pilotaba su cazabombardero y hecho prisionero por el ejercito de Vietnán del Norte. Herido y torturado sufrió secuelas físicas que hoy lucen más que un "Corazón Púrpura" ganado en aquel Apocalpsis Now de infausto recuerdo. McCain pudo acortar aquellos años de sufrimiento, porque se le ofreció la libertad en una mediación o en un intercambio de prisioneros. Pero no, McCain declinó aquel privilegio y decidió unir su suerte a la de los suyos. Esperanza Aguirre, "La Lideresa", piti, piti, pitipesa, llegó a Bombay emcabezando una delegación de empresarios madrileños que buscaban formalizar negocios, abrir mercados en una economía emergente. En esto que se presentan los herederos de Al Qaeda, con ráfagas de metralleta, con bombas incendiarias, matando a cuanto inocente se le ponía por delante, como es costumbre. Esperanza Aguirre, pasada la brevísima estupefacción, salió corriendo despavorida, sin mirar atrás, sin interesarse por la suerte de los suyos. Huyó en avión, dejando a su delegación en tierra y nos contó, desaliñada y efectista, su aventura tragicómica. En breve pasó por la pelu, recuperando las hechuras de cínica sonriente que la caracterizan.Pues sí, si hay un cierto paralelismo, más aparente que cierto. Con independencia del uso y el abuso del concepto "Liberal", el valor, la integridad, la franqueza son el contrapunto de la cobardía, la corrupción y la argucia.
SG

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